II FME – Porto Alegre – Brasil -2003 (cas)

DECLARACIÓN DE PORTO ALEGRE

PREÁMBULO

La segunda edición del Foro Mundial de Educación, realizada en Porto Alegre (RS), Brasil, a vísperas del Foro Social Mundial, reuniendo un número de educadoras, educadores y estudiantes superior a  los 15 mil personas, representando más de 100 países, de todos los continentes, comprueba la expansión  la vitalidad del movimiento social que defiende la educación pública, laica y gratuita de calidad para todas las mujeres y hombres del Planeta.

Un año después de la realización del primer Foro Mundial de Educación, en este segundo momento de organización colectiva de nuestra reflexión sobre los límites y las potencialidades, sobre los retrocesos y los avances, sobre las dificultades y las victorias de una educación libertadora y de inclusión, capaz de promover la ciudadanía activa, intermulticultural y planetaria, retomamos el análisis crítico del contexto dominado por la hegemonía del proyecto neoconservador y neoliberal y rectificamos nuestros compromisos con los principios, directrices y propuestas de la Carta de Porto Alegre por la Educación Pública para Todos, proclamada en la primera edición del Foro Mundial de Educación y ahora incorporada a esta Declaración.

Reafirmamos nuestro repudio a la mercantilización de la educación implementada por los organismos internacionales y por los acuerdos de libre comercio y a toda y cualquier forma de discriminación, a toda y cualquier acción unilateral de fuerza que, en este contexto internacional de cultura de la guerra y de la violencia, rectificando, por lo tanto, nuestro compromiso incondicional con la cultura de la paz y de la solidariedad, que es el ambiente adecuado a la construcción de la libertad, de la igualdad, del respeto a las diferencias.

Entendemos que los principios, las directrices y los rumbos apuntados en aquél documento continúan siendo referencias obligatorias para quien quiere que este comprometido con la lucha por la universalización de la educación pública, laica, gratuita, de calidad y socialmente referenciada. Entendemos, también, que precisamos avanzar en nuestros propósitos, dando consecuencia práctica a los compromisos adquiridos.

Como nuestras proclamaciones anteriores han sido construidas a partir de elaboraciones colectivas, el principio de la socialización del proceso de tomar  decisiones, cada vez más ampliado, debe continuar siendo un parámetro obligatorio para la formulación e implementación de políticas, planos, programas y proyectos educativos, que proponemos como estrategia de avance en esta caminata inclusiva de todos los hombres y mujeres de la Tierra. Por lo tanto, el Plano de Acción, que vemos como necesario en el horizonte, no puede nacer de un pequeño grupo de científicos y pedagogos, ni, mucho menos, de una minoría de los que retienen el poder, más del conjunto de los diversos segmentos sociales movilizados y organizados.

DECLARACIÓN

Además de los principios y directrices ya asumidos en la Carta de Porto Alegre por la Educación Pública para Todos, proclamamos los siguientes compromisos:

I – Establecer, como utopía pedagógica, la Escuela Ciudadana, deber del Estado, sobre control social, construida por todos y todas, constituyéndose de un currículo intermulticultural – por lo tanto, no indiferente  a las diferencias – potencializadoras de vivencias democráticas, con procesos de evaluación emancipadora y productora de conocimientos que preparen todos los seres humanos para el protagonismo activo, en los contextos específicos de sus respectivos procesos de civilización. Forman parte de esta utopía el desarrollo y el apoyo a todas las formas de movimientos por la Educación Popular – propulsora del proceso de transformación política, económica y cultural de la sociedad.

II – Garantizar la oferta de Educación Infantil a los niños de cero a seis años, para permitir  su pleno desarrollo.

III – Universalizar la educación básica para todos los habitantes de la Tierra en edad escolar, para los que a ella no tuvieron acceso en la edad propia y para los que de ella fueron expulsados, asegurando su formación para el ejercicio de la ciudadanía plena.

IV – Asegurar la educación secundaria para todos los concluyentes de la educación primaria, como parte constitutiva de la formación básica a la que todos los ciudadanos y ciudadanas tienen derecho.

V – Fundamentar y estructurar la educación tecnológica en una formación general de calidad, capaz de propiciar la participación de todos y todas en el mundo del trabajo, en una perspectiva emancipadora.

VI – Garantizar el derecho, el acceso y la calidad social de la educación superior, en  sus dimensiones de enseñanza, pesquisa y extensión, a todos y todas que la demanden.

VII – Condenar la apropiación privada del conocimiento científico y tecnológico como mera acumulación económica que se basa en la explotación humana, ya que sus autores lo generan gracias a la conjugación de esfuerzos colectivos, constituyendo patrimonio de la humanidad.

VIII – Ofrecer educación especial, de modo de garantizar, a los portadores de necesidades especiales y en situación de riesgo, la prioridad de atención.

IX – Garantizar, con prioridad, a los oprimidos, silenciados, explotados y marginados del mundo, el uso de la riqueza socialmente producida, de forma que  compense la deuda que les fue impuesta a la rebelión de sus aspiraciones, proyecciones, ideas y derechos.

X – Garantizar los derechos de los trabajadores y sindicatos de los trabajadores y trabajadoras en educación y el ejercicio de la libertad de expresión en todos los niveles y modalidades de enseñanza.

XI – Fortalecer la lucha para transformar las comunidades rurales y urbanas en espacios pedagógicos y construir la Ciudad Educadora, reestructurando y movilizando todos  sus recursos, en todos  sus sectores e instancias.

Así, orientadas y orientados por esas referencias epistemológicas, políticas y éticas, declaramos nuestro compromiso con el esfuerzo de movilización y organización de todos los segmentos de las sociedades a la que pertenecemos, en el sentido de elaborar una Plataforma Mundial de Educación, que contenga principios y directrices, metas y objetivos, estrategias de implementación y de potenciación de recursos, cronograma y evaluación periódica, de modo que permita políticas, planos, programas y proyectos educativos, en todos los niveles de enseñanza, para todos los pueblos de la Tierra.

La Plataforma deberá favorecer la movilización, la participación social y la construcción democrática de propuestas elaboradas por las diversas formas de organización de la sociedad. Su consolidación de de en escalones sucesivos y ampliados, del nivel local hasta el nacional, siendo aprobada por las instancias de representación envueltas en el proceso, garantizando la descentralización y universalización de las decisiones.

 

La Plataforma Mundial de Educación será formulada y propuesta en Foros constituidos en cada uno de los países que participen de  dos ediciones del Foro Mundial de Educación, así como en otros que vengan a adherirse a este movimiento. Su consolidación será iniciada en el III Foro Mundial de Educación y su finalidad es construir la educación para que un otro mundo sea posible.

 

 

Porto Alegre, 22 de janeiro de 2003.

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